Si puedes leer este artículo y, a continuación, reproducirlo en un soporte físico, formas parte del 85% de la población mundial que hoy en día se considera alfabetizada (aquella que es capaz de leer y escribir en una lengua específica). No obstante, este escenario de alfabetización generalizada es aún reciente en la historia global. La educación nunca ha tenido una implantación tan universal como en nuestros días, ya que leer y escribir había sido, en general, una capacidad reservada a unos pocos. No fue hasta el siglo XX en el que la mayoría de la población pudo leer obras escritas.
La tasa de alfabetización en el mundo ha crecido en el último siglo: en 1920 la población alfabetizada era ligeramente superior al 30%. Este escenario se invierte, por primera vez, en 1950, cuando el porcentaje de personas capaces de leer y escribir es mayor que el de las que no (56% frente al 44%). Y, en la década de 1970, la población alfabetizada ya supera el 65%. No obstante, mientras que en Europa y América del Norte casi la totalidad de la población se considera alfabetizada, en países del África subsahariana como Burkina Faso, Níger o Sudán del Sur la cifra es aún inferior al 30%. Estos datos coinciden, también, con el período de escolarización. Mientras que en el mundo occidental una persona pasa, de media, 10 años formándose, en países como Níger la media es de 2 años. El analfabetismo es, desafortunadamente, la antesala de la pobreza, de la exclusión social y de una vida menos satisfactoria.
Otra cosa muy distinta es que las personas que leen entiendan qué quiere decir lo que acaban de leer, aunque quizás eso ya es otro tema a tratar en otra entrada. Según el último estudio internacional de progreso en comprensión lectora (PIRLS, en sus siglas en inglés) en el que define la comprensión lectora como "la habilidad para comprender y utilizar las formas lingüísticas escritas requeridas por la sociedad y/o valoradas por el individuo. Los lectores son capaces de construir significado a partir de una variedad de textos. Leen para aprender, para participar en las comunidades de lectores del ámbito escolar y de la vida cotidiana, y para su disfrute personal"; los promedios globales de los países participantes se expresan en una escala continua con un punto de referencia central de 500 puntos. En el caso de España, la puntuación media, 521, se sitúa "significativamente por debajo" del promedio OCDE-28 (533) y de la UE (528), afirma el informe PIRLS sobre comprensión lectora.
Texto parcialmente extraído del libro Atlas de los países en busca de la felicidad coordinado por el director del Departamento de Geografía de la Universidad de Barcelona Joan Tort.
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