La búsqueda de la felicidad es un anhelo del ser humano desde antes incluso de saber bien en qué podía consistir. No es tarea fácil viajar en el tiempo y a través del mundo para retratar esa aspiración, pero Larousse Editorial lo ha conseguido con el Atlas de los países en busca de la felicidad, una obra multidisciplinar en la que han participado diversos especialistas de campos tan diversos como la geografía, las matemáticas, la antropología, el periodismo o la Historia.
Esta obra muestra la voluntad humana de avanzar, de descubrir nuevos horizontes, aun a costa de arriesgar su propia existencia. Un recorrido para conocer la sociedad desde un punto de vista inédito, a través de una gran multiplicidad de temáticas: medioambientales, urbanísticas, energéticas, psicológicas, económicas o comunicativas.
A través de 140 mapas y 180 gráficos, enriquecidos con estadísticas, este peculiar atlas aborda 80 temáticas a doble página, divididas en tres áreas. “La medida de la felicidad” es la primera de ellas y ofrece un repaso a los intentos de diversas organizaciones de clasificar los países según su grado de felicidad. En el segundo apartado, titulado “Una mirada atrás”, se hace una retrospectiva de la vida en nuestros días, hace 50 años y hace un siglo, a través de una curiosa combinación de ópticas pesimistas y optimistas. Y la obra se completa con un capítulo de título elocuente: “Ser feliz en el mundo de hoy”. En estas páginas, y a partir de la historia de la humanidad, se analiza el mundo actual, a través de diversas temáticas.
Para entender mejor el original enfoque de este atlas basta con descubrir algunas de las cuestiones tratadas, siempre con perspectivas sorprendentes que se pueden apreciar en la variada cartografía: hay un mapa de las zonas del mundo que aglutinan más concursos de belleza (masculinos, femeninos y trans); no podía faltar un mapa de las democracias y las dictaduras, pero es muy sorprendente descubrir las estadísticas de los zoomers empantallados o adentrarse en la búsqueda de la felicidad en el medievo.
Los tiempos que nos ha tocado vivir no son lo mismo sin un poco de perspectiva, de ahí el gráfico que compara las pandemias de la peste de 1344, la gripe de 1918 y el coronavirus de 2020; y es muy elocuente transitar por los países en que se puede beber agua del grifo con tranquilidad. Del mismo modo, las sociedades de los países más desarrollados se entienden mejor cuando vemos en un mapa el diferente reparto del tiempo compartido entre padres e hijos.
Y así, de sorpresa en sorpresa, con una visión alternativa del mundo que habitamos, esta obra permite viajar hacia el pasado y proyectar un futuro en el que el ser humano logre ser todo lo que feliz que ansíe.
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