Sheila Queralt es doctora en Ciencias del Lenguaje y ejerce como perito judicial en Lingüística Forense. Es directora del Laboratorio SQ-Lingüistas Forenses, docente en distintas universidades y una de las pocas especialistas en el mundo en análisis de anónimos. Además, colabora como experta lingüista con diferentes cuerpos policiales nacionales e internacionales en casos de corrupción, ciberseguridad, narcotráfico, homicidios y terrorismo, entre otros. Forma parte del grupo de mentores de la Liga Nacional Interuniversitaria de Retos en el Ciberespacio organizada por la Guardia Civil española. Es autora de varios libros y ha publicado «Atrapados por la lengua» en Larousse Editorial.
¿Cuándo empezaste a escribir?
Tengo que confesar que no soy una apasionada de la escritura; sí lo soy de la lectura y de los análisis, pero la escritura siempre se me ha resistido.
¿Cuál fue el que tú consideras tu primer libro?
Mi primer libro fue Soy lingüista, lingüista forense, un libro dirigido a estudiantes que quieren conocer el camino para ser un lingüista forense.
Un recuerdo de infancia que te hace sonreír.
Hay muchísimos. La verdad es que mis padres me regalaron una infancia maravillosa. Pero quizá no me quedaría con un único momento, sino con las mañanas de los domingos, cuando me metía en la cama de mis padres y jugábamos sin parar antes de un buen almuerzo. ¡Los domingos eran maravillosos!
¿Quiénes son tus autores preferidos?
Otra pregunta difícil… Me gustan mucho Fernando Lázaro Carreter y su libro El dardo en la palabra, Agatha Christie, Arthur Conan Doyle…
¿Cuál es el último libro que has leído y que recomendarías?
Because Internet: Understanding the New Rules of Language de Gretchen McCulloch.
¿A qué te dedicarías si no hicieras lo que haces?
Es todo un misterio, quizá sería intérprete de lengua signos, jueza, fiscal… ¡Quién sabe!
Un plato que te encante.
Me encanta el solomillo con salsa roquefort.
Una ciudad a la que siempre volverías.
Podría decir muchas de países que he visitado, pero sin duda a mi ciudad natal, donde tengo a las personas que más quiero y admiro.
En cinco años te gustaría…
a nivel profesional, que el equipo hubiera crecido y que tuviéramos proyectos de investigación financiados. A nivel personal, poder volver a disfrutar de los viajes.
Un proyecto que nunca llevarás a cabo.
No me gusta decir nunca, porque la vida me ha enseñado que no es estática y da muchas vueltas. Pero bien, siempre he tenido el sueño de abrir, junto con mis padres, una residencia de ancianos en el campo en la que pudieran distraerse haciendo huerta y cuidando animales.
Soñar sirve para…
alcanzar grandes metas. ¡Sueña a lo grande!
Haber escrito libros te ha enseñado…
que es maravilloso transmitir conocimiento y todavía más contagiar la pasión. Cada vez que recibo un correo de un lector “contagiado” se me llena el alma.
Un rincón de tu ciudad que te encanta.
El puente. Soy una gran apasionada de los puentes; me parecen obras arquitectónicas fascinantes.
Si yo fuera Presidente del Gobierno...
invertiría más en investigación.
¿Cualquier tiempo pasado nos parece mejor?
No, por supuesto que no. Hay momentos de la historia que la mayoría de nosotros estaremos de acuerdo en que ojalá nunca hubieran ocurrido o, al menos, que nos hubieran servido de lección para no volver a cometer los mismos errores. Pero ya sabes lo que se dice del ser humano: es el único animal que comete el mismo error dos veces (Aunque yo me pregunto: ¿solo dos?).
¿Sin qué creías que no podrías vivir antes de la pandemia?
Sin viajar.
¿En qué estás trabajando ahora?
En una investigación policial, que, por el momento, es confidencial.
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