Erotismo, muerte, desnudez, religión, poder, violencia... La lista de los escándalos pictóricos es interminable. Larousse Editorial publica Grandes escándalos de la pintura, una obra escrita por el historiador especializado en arte Gérard Denizeau, en la que analiza los cuadros que fueron noticia por su novedad y audacia pictórica, política o moral.
En los inicios de cualquier ultraje artístico está la transgresión, fuente de una indignación que, una vez hecha pública, hace que se forme esa bola de nieve a la que se da el nombre de escándalo.
El interés del escándalo artístico estriba en la gran cantidad de respuestas, inexistentes en muchos otros ámbitos, que brinda sobre la naturaleza de la norma, especialmente moral, y, por lo tanto, sobre todo lo que permite transgredirla. La historia del arte occidental se ha escrito entre escándalos. Frente a los cánones de la religión, del academicismo, de la decencia, de la tradición y de los códigos y reglas en vigor, los artistas han perseguido afirmar su identidad y sus convicciones.
Uno de los puntos capitales para entender qué escandalizaba a una sociedad es el contexto histórico de esa época, por lo que el autor analiza cada cuadro en las páginas de este libro relacionándolo con el momento y época en el que fue creado, poniendo la lupa en los puntos concretos que provocaron el escándalo.
Si admitimos que el escándalo se caracteriza sobre todo por las reacciones que despierta, ¿no nos lleva la lógica a presentarlo como un excepcional revelador de los trastornos de la sociedad? Este es el objetivo de esta obra: pensar el escándalo pictórico como síntoma social.
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