La respuesta a estas preguntas es, hasta cierto punto, subjetiva, pues depende de nuestros valores, nuestras vivencias y nuestros objetivos a corto y largo plazo como seres humanos y sociales. De la misma forma, nuestro estilo de vida ha cambiado a lo largo del tiempo, pero sigue difiriendo entre entornos urbanos y rurales, entre territorios de un mismo estado, entre los países de una misma alianza política y económica como la Unión Europea y, sin duda, entre continentes.
En todo caso, hay datos objetivos que pueden dar fe de los cambios positivos que se han producido desde principios del siglo XX hasta la actualidad. A pesar de ello, hay quien sigue analizando el mundo con datos, prejuicios o ideas concebidas décadas atrás, cuando la sociedad humana era todavía profundamente desigual a escala global. En cien años, el poder de control sobre el destino de nuestras vidas no ha hecho más que aumentar.
Hay muchos aspectos que han ayudado a mejorar nuestro mundo y que nos indican que nuestras vidas, a simple vista, pueden ser más felices que las de generaciones anteriores. Una parte importante de la humanidad ha sido escolarizada, y otra menor, pero no desdeñable, dispone de un sinfín de artilugios tecnológicos que facilitan el día a día. Existen transportes públicos rápidos y eficientes, hay electricidad, agua (fría y caliente) en muchas casas, teléfonos inteligentes que brindan todo tipo de facilidades, entretenimiento y comunicación instantánea, e incluso está al alcance de muchos una medicina muy avanzada, que permite vivir con menos precaución que hace 100 años. Además, los regímenes políticos que respetan la libertad individual y la democracia no han dejado de expandirse.
Estas nuevas condiciones sociales, de diferente magnitud y evolución, reman a favor de una vida más placentera, confortable y duradera, hecho que influye en nuestra percepción más feliz y positiva del mundo. Pero ¿somos realmente capaces de apreciar estos beneficios históricos, logrados en buena medida gracias a las generaciones precedentes?
Fragmento extraído del libro Atlas de los países en busca de la felicidad.
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