La Dra. Montessori no fue solo educadora, sino también física, científica, filósofa, feminista y militante del altruismo y la paz en el mundo. Durante su educación, María Montessori tomó conciencia de las injusticias que sufrían las mujeres y los niños, por lo que decidió emplear todas sus energías para defenderlos. Fue una de las primeras defensoras de los derechos de las mujeres y, en particular, de los de las madres trabajadoras.
En su etapa de joven médica, se interesó por la psiquiatría infantil y juvenil y estudió el desarrollo de los niños deficientes. Orientó sus investigaciones hacia un enfoque científico de los aprendizajes basado en la observación y la experimentación. Los niños de los que se cuidó se presentaron a los exámenes de la educación nacional italiana y pudieron llevar una vida normal, ante el asombro de la comunidad internacional.
La primera escuela Montessori se fundó en 1907 y desde encontes el interés por el método Montessori no ha dejado de crecer. Sus grandes principios consisten, entre otras cosas, en el respeto del ritmo de cada niño, ambientes "preparados" diseñados para fomentar la actividad autónoma de los niños, aulas de edades mixtas, libre elección de las actividades de los niños siempre y cuando sus educadores se las hayan "presentado", libertad de movimientos de los niños en la clase, aprendizaje a partir de la observación y educadores formados en el método.
Con el libro Las 100 reglas de oro del método Montessori el lector comprenderá los fundamentos teóricos del método Montessori, su modo de aplicación en la escuela y cómo adecuar su casa con estas 100 reglas claras, precisas e ilustradas con fotografías.
COMPARTIR